La edificación aúna en una única unidad volumétrica una fábrica de pastas biológicas junto con la sede social de la empresa, respetándose para cada una sus niveles de funcionalidad, luz natural y acceso.

La misión de Windmill ha sido realizar el proyecto de la estructura del edificio bajo el requisito de la optimización máxima de los materiales estructurales, madera y acero, con tal de favorecer una solución mixta que limitase no sólo el coste sino también la huella de carbono.

El reto principal ha sido diseñar una estructura capaz de cubrir el espacio diáfano de las dependencias de la fábrica y a la vez suspender sobre éstas la sede social, todo bajo el condicionante de una futura ampliación del edificio.